domingo, 28 de agosto de 2011

Cernunnos: El dios celta del bosque y la naturaleza

Su nombre significa “El astado” o “El cornudo”. Esto es debido a sus astas de ciervo, su animal totémico. Al tener a este animal como protegido, el ciervo. Y especialmente el ciervo en celo es considerado sagrado para los celtas. Debido a ser Cernunnos uno de los dioses celtas más poderosos, pese a no haber reinado jamás en el panteón.
Sus dominios son los bosques. Desde el más alto y orgulloso de las arboles hasta el más insignificante musgo, pasando como no, por todos los animales salvajes. Su poder es tal que es considerado el guardián y señor de todas las cosas salvajes.
Él es el que se encarga de proteger a los seres vivos del bosque. Pero también es el dios de la caza. Razón por la que los celtas sabían que si cogían más de lo necesario del bosque enojarían a su dios, y serían malditos, con una pésima caza.
Con el tiempo evoluciono hasta transformarse en un dios que también otorgaba las bondades de los frutos, y de la tierra en general.
Él es el que domina a los feroces lobos, y aúlla desde la montaña. El que logra que los más peligrosos depredadores se tranquilicen solo con su presencia, o él que puede lanzarlos contra sus enemigos. Aunque sus poderes, no acaban en tierra. El rige toda la vida salvaje, por lo cual también es el señor de los animales marinos,  pese a ser esta función vagamente mencionada, y por lo cual adorada.
En algunas zonas fue considerado el señor de los muertos. Por tener como dominios los bosques, lugares inhóspitos, donde la vida y la muerte eran y son la misma cosa. Donde la danza salvaje que nosotros llamamos vida es patente.
Pese, a todo el “Señor del Bosque”, ha sido considerado el protector de los cazadores desde tiempos inmemorables. Él ha velado por la vida desde siempre. Siendo así patrono de todos lo que se inclinen a respetarla y amarla, razón por la que ha sido llamado en la Wicca: “El Gran Padre”.
Al ser considerado el señor del submundo. También lo es por extensión de las riquezas en forma de oro y similares. Sin excluir, claro está, el dinero.
En la edad media, el que fue el más querido de los dioses celtas (debido a que permitía a la vida continuar en Beltanne), fue rebajado a la categoría de demonio creando la figura del Satan medieval.
Pese a todo, sus actuales seguidores, adoran al verdadero dios benévolo que es. El que cuida de los suyos y les ayuda a afrontar su lado indómito, su lado salvaje. Aparte de ser catalogado como un dios con cierto cariz sexual, por ser el consorte de la diosa en la sagrada fiesta de Beltanne. En ocasiones, es catalogado como dios de la salud.
Oraciones:

Yo soy Cernunnos el Rey Verde del Año Menguante,
Reino en el firmamento desde el cénit solar
 Tras arrebatar el trono celeste a mi hermano de luz Belenos, mi otra cara.
Mi reinado se inicia con los fuegos del sacrificio del Roble
Terminando con mi decrepitud y con esto el fin del estío.
Coronando mi muerte con los frutos del fin del verano.
Pues la Señora así quiere que sea
Para que el año siga su curso
Hasta el nuevo renacimiento.
Aparezco como un Rey de la noche y de los bosques
Soy el Señor de los animales
Y las manadas de ciervos y lobos braman y aullan en mi honor.
Entrad en mi reinado,
Sed en mi reinado,
Y con ramas de mi acebo estareís coronados.

Dios de lo verde,
Señor del bosque,
Te ofrezco mi sacrificio.
Te pido tu bendición.
Tú eres el hombre en los árboles,
El hombre verde del bosque,
El que trae vida a la primavera naciente.
Tú eres el ciervo en celo,
El que porta cuernos poderosos,
El que vaga en el bosque otoñal,
El cazador rodeando el roble,
Las cornamentas del ciervo salvaje,
Y el alma derramándo sobre
La tierra cada estación.
Dios de lo verde,
Señor del bosque,
Te ofrezco mi sacrificio.
Te pido tu bendición.



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